Poder intrapreneur: ¿cómo ser un emprendedor dentro de mi organización?

Por Charly Dell’Aquila

Si tenés más de 35 me vas a entender: viste que en las empresas y organizaciones hay muchos que en general son jóvenes y vienen con una energía al 100% todos los días.

Cada vez que te ven te tiran ideas de cómo hacer las cosas diferentes, usan un léxico y pronuncian palabras que pensás que te hablan en alemán. Hasta se te quedan mirando porque no reaccionas rápidamente a sus ideas.

Viste que también coincide con que tienen múltiples intereses y en más de una ocasión te llega el comentario que tienen algún emprendimiento con amigos o con algún familiar cercano (pero de su misma edad). Tal vez en algo que le llaman “incubadora de proyectos” y vos seguís con la cara de póker no comprendiendo bien de que se trata.

Un intrapreneur es un EMPRESARIO dentro de la empresa que piensa y siente la organización como propia al momento de generar ideas innovadoras para implementar. No es un soñador, es una persona intuitiva que ve oportunidades de negocio.

No busca en la mayoría de los casos un retorno económico de su idea, pero si quiere RECONOCIMIENTO, ya que su fuerza motivadora es hacer las cosas correctas y tener éxito. Sin embargo, admiten errores y corrigen, saben trabajar en forma colaborativa, desafían el status quo, y la frase de amor que los desvela y quieren escuchar en boca de otro es “acá eso nunca se hizo”.

Pero no todo son rosas. Al tener un empuje proactivo que se alimenta a sí mismo, son persistentes, resuelven obstáculos, plantean alternativas, son persuasivos y lejos de admitir un NO como respuesta siguen buscando la manera de filtrar su propuesta en cualquier ámbito.

Dominan la inteligencia emocional (sin haber leído a Goleman) y no tienen mayores problemas con la frustración.

¡Son una Maravilla! Siempre y cuando reporten a personas flexibles y que tengan habilidad de escuchar, comprender y actuar sin sentir que pierden autoridad o protagonismo. Y por sobre todo, admiten que el error es parte del proceso hacia algo mejor. De esto se trata el paradigma AGIL.

Ponen su propio tiempo personal, como si ese proyecto fuera parte de sus hobbys, y en algún punto lo es.

El intrapreneur, repito, busca que la empresa en la que está gane más dinero.

Entonces, tomando lo que escribí en un artículo anterior, la mejor acción que se recomienda es darles empowerment y esperar en forma REACTIVA que ellos soliciten autorizaciones o recursos para llevar el proyecto adelante.

No te estoy proponiendo ir a dormir la siesta. Hay que gestionar el movimiento pero sin influir en él. Tener con ellos puntos de monitoreo para que cuenten cómo van, qué están haciendo, qué necesitan.

Si sos intrapreneur, este es tu momento. En épocas de crisis como la actual, el status quo (llámese la balanza que equilibraba lo que convenía hacer con los resultados esperados) ha recibido un flor de pelotazo. Y esta balanza está sacudiéndose como loca tratando de encontrar un nuevo equilibrio.

El aporte del intrapreneur es colocar nuevas cosas en esa balanza que tiene desperdigadas por ahí las pesas que antes le daban el equilibrio, muchas de las cuales se perdieron para siempre. Hay que buscar nuevos elementos de “peso” para la empresa. Ahí está tu oportunidad.

Si lograste identificar en la empresa colaboradores o pares que tienen esta característica, llegó el momento de tener un café virtual o conference (videollamada) y darle el tiempo de explicar su idea y sumarte a ella, ver en qué forma podés colaborar y mejorarla. Hay que buscar nuevas cosas para equilibrar la balanza.

Recordá que si bien los intrapreneurs tienen orgullo, lo tienen referido al proyecto más que a ellos mismos. Siempre van a tener espacio para todos los que quieran salir en la foto. Dale, peinate y ¡sacate una selfie!

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