El camino de la transformación digital

Por Gastón Guillerón.

Desde que sabemos que estamos inmersos en una revolución digital, las organizaciones han intentado capitalizar el momento (por oportunidad o por necesidad) y se han lanzado (muchas veces sin ver que hay más allá) a la promoción de una serie de implementaciones tendientes a aprovechar toda esta nueva movida.

La necesidad de adecuarse y de tener un plan digital rápidamente ha movilizado acciones “salvavidas” para determinadas áreas o procesos con la esperanza que el mero hecho de sumar tecnología comience a generar retornos. Algunos ejemplos:

  • Iniciar el demorado proyecto de disponer de un sitio web institucional
  • Activar redes sociales y comenzar a generar contenidos para dar a conocer la marca
  • Crear rápidamente una cuenta en sistemas de e-commerce y vender todo lo que se pueda por ese canal
  • Tener todas las reuniones de equipo utilizando alguna plataforma de conferencias

¿Estas propuestas digitales son válidas? Claro que sí, pero aquí aplica la siguiente reflexión: No por comprarme libros de cocina o ver programas de televisión voy a ser un chef con estrellas Michelin. Dicho de otra forma: no por sumar activos digitales habré iniciado una verdadera transformación digital en mi empresa.

La madurez digital

Para guiar ese camino se requiere una metodología que acompañe a la organización en el desarrollo de la madurez digital. 

Como sucede con las personas, las organizaciones también deben madurar en el tema. Existen muchas metodologías que abordan este concepto y promovidas por consultoras internacionales (Capgemini, Forrester, Deloitte) pero básicamente identifican estos momentos de una organización:

  • Conservador: existe descreimiento o desconocimiento por el valor de la adopción tecnológica. 
  • Principiante: La tecnología comienza a adoptarse como soporte en pocos procesos, a modo de comenzar a demostrar su valor.
  • Moderado: La tecnología crece como soporte para diferentes procesos o áreas de negocio.
  • Estratégico: La tecnología se masifica internamente y ya no actúa como soporte para la eficiencia sino que es protagonista en el cumplimiento de los objetivos de negocio.
  • Diferencial: La tecnología es fundamental para el éxito de la organización y es motivo de la ventaja diferencial que tiene respecto a competidores.

Está claro ¿pero como vamos avanzando en las etapas de madurez mencionadas? La respuesta es casi la misma para quien se compró un libro de cocina y desea obtener su reconocimiento como chef internacional: conocimiento, metodología, disciplina.

Las dimensiones de la transformación digital

Como solemos decir, los proyectos de transformación digital no son solo tecnológicos. Requieren un equilibrio tecnología-cultura organizacional-metodología:

  • En cuanto a lo tecnológico

Conocer las tendencias en cuanto a los habilitadores tecnológicos como son la inteligencia artificial, big data, Internet de las cosas, computación en la nube, automatización y robótica, entre otros.

Estos habilitadores establecen formas de capitalizar la tecnología y orientan a la elección de las herramientas que mejor puedan aportar al negocio.

Además, dimensiones como el costo de inversión en dichas herramientas (pagas o gratuitas), que tan integrables son entre sí, qué recursos necesito internamente para poderlas soportar, serán determinantes para ir cerrando el rompecabezas de la infraestructura digital.

  • En cuanto a la cultura

Podemos tener resuelto el plano tecnológico, pero si las personas que forman parte de la organización no hicieron el “clic” para la apertura que el mundo digital requiere, no podremos avanzar mucho.

La cultura digital requiere de mentes dispuestas permanentemente a aprender, a reconocer sus errores, a decidir, a valorar los datos. En definitiva, necesitamos mayores competencias digitales.

  • En cuanto a la metodología

Finalmente, se requiere de una metodología para avanzar. Aquí, las denominadas metodologías ágiles son las que marcan el norte. 

Es fundamental descomponer el viaje en ciclos cortos, porque facilitan la planificación del próximo paso, simplifican el seguimiento del trabajo y fomentan la evaluación de los resultados del trabajo realizado. 

Hoy día, la transformación digital es una oportunidad para el desarrollo de la ventaja competitiva pero también existe el riesgo de que se vea como una moda. Para saber discernir los motivos para implementarla, hay que reflexionar como nos sugiere el reconocido arquitecto Cedric Price:

La tecnología es la respuesta. Pero ¿cuál es la pregunta?

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